¿Qué es la comunicación eficaz?
Una comunicación eficaz se caracteriza por mejorar o mantener una buena relación con la otra persona en una interacción, mantener el respeto por uno/a mismo/a, mientras que al mismo tiempo intentas transmitir un mensaje. En ocasiones, cuando necesitamos comunicarnos podemos notar cómo nuestras emociones interfieren tanto en el mensaje que damos, como en su forma. Algunas de las emociones que causan interferencia son el enfado, la inseguridad el miedo o la duda.

Interferencias del enfado en la comunicación eficaz
El enfado es una emoción que se activa cuando necesitamos defendernos o defender nuestros intereses. Por ello, puede darnos la fuerza que necesitamos para poner límites o decir que no. Sin embargo, cuando el enfado es intenso, podemos notar que no pensamos con claridad, tenemos ideas rígidas (ej., confiando en exceso en que nuestro criterio y forma de ver la situación son correctos) o nos mostramos hostiles. En estos momentos es importante prestar especial atención al lenguaje no verbal tanto como al mensaje, ya que podríamos estar utilizando un estilo de comunicación agresivo, que podría poner a la otra persona a la defensiva, o en otras situaciones generar un estado de ofensa, agresividad o daño emocional en la otra persona.
¿Cómo podemos identificar el estilo de comunicación agresivo?
El estilo de comunicación agresivo se caracteriza por la falta de respeto y empatía hacia la otra persona, la imposición de las propias opiniones o creencias y la falta de escucha activa.
Pon atención en lo que dices y cómo lo dices:
- ¿Mi voz es amable y respetuosa, o estoy gritando?
- ¿Estoy escuchando atentamente lo que me quieren decir o estoy interrumpiendo?
- ¿Estoy utilizando el humor para quitar hierro y reducir tensión o de forma agresiva?
- ¿Estoy pidiendo algo o exigiendo?
- ¿Estoy expresando mis necesidades o culpando a otros?
- ¿Estoy validando lo que otros dicen o imponiendo mi opinión?
- ¿Estoy amenazando a la otra persona?
Interferencias de la inseguridad y el miedo en la comunicación eficaz
La inseguridad es una emoción que puede surgir cuando debemos dar nuestra opinión, comunicar nuestras necesidades o resolver algún conflicto. Esta emoción nos ayuda a identificar las áreas en las que no tenemos suficiente dominio, o en las situaciones en las que tenemos poco control. Además, el miedo a la reacción de los otros nos puede estar advirtiendo sobre una situación que pueda implicar consecuencias negativas. Estas emociones pueden ayudarnos a ser cautelosos y conservadores a la hora de comunicarnos, y buscar el mejor momento para expresarnos. Sin embargo, cuando están presentes en nosotros de forma intensa nos puede hacer mostrarnos nerviosos, bloqueados o paralizados. En estos momentos podríamos estar utilizando un estilo de comunicación pasivo que dificultaría realizar una comunicación eficaz.
¿Cómo podemos identificar el estilo de comunicación pasivo?
El estilo de comunicación pasivo se caracteriza por dar mucha atención o importancia a la opinión de la otra persona, y la auto-invalidación de nuestra opinión o necesidades.
Pon atención en lo que dices y cómo lo dices:
- ¿Se entiende con claridad lo que quieres comunicar o es tu tono de voz demasiado bajo?
- ¿Estás siendo justo/a contigo mismo/a o estás poniendo por delante las preferencias de los demás?
- ¿Cómo de importante es lo que opinas o sientes? ¿Cómo de importante es lo que opinan o sienten de los demás?
- ¿Te disculpas constantemente (cuando le pides algo a otra persona, cuando das tu opinión o cuando expresas desacuerdo)?
- ¿Estás posponiendo demasiado el momento de comunicar algo?
¿Qué pasos debo seguir para tener un estilo de comunicación asertivo?
Para realizar una comunicación eficaz, es importante analizar la situación, identificar y validar lo que estamos sintiendo y reflexionar sobre nuestras necesidades, preferencias u opiniones. Para mantener una buena relación con la otra persona, mantener el respeto con uno/a mismo/a y conseguir nuestro objetivo, debes tener en cuenta tanto el lenguaje no verbal y el mensaje. En primer lugar, considera mostrarte seguro/a, con un tono de voz calmado y amable. También, te ayudará seguir los siguientes pasos:
- Describe la situación de forma clara y concisa. Atente a los hechos. No juzgues. Sé objetivo/a.
- Expresa claramente cómo te sientes. Habla desde el «yo», no desde el «tú».
- Comunica lo que “te gustaría” que se cambiase en esa situación. Intenta ser claro/a y ve al grano. No digas lo que otros deben hacer.
- Refuerza y agradece la atención de la otra persona, así como el tiempo empleado y la disposición para hablar del tema.
- Negocia ofreciendo soluciones y/o alternativas para resolver el problema.
- Escucha lo que la otra persona tiene que decir, pregunta en vez de asumir y valida sus emociones.

Las emociones en la comunicación: Recomendaciones
Vamos a recordarte algunas estrategias que puedes usar para regular tus emociones en esas situaciones:
- Acepta tus emociones. Trata de dejar espacio a lo que sientes, especialmente en el cuerpo. Puedes decirte a ti mismo/a : Sentir lo que siento es normal. No olvides poner nombre a las emociones e intenta entender el mensaje que te quieren transmitir. Puedes ayudarte de la App MyEmotions para este paso (etiquetar las emociones y analizar su mensaje). Piensa en cómo las emociones que estás sintiendo pueden ayudarte en la comunicación, o de qué manera podrían generar interferencias.
- Respira despacio. En caso de estar sintiendo emociones intensas que pueden interferir en la comunicación (por ejemplo, si estás nervioso/a o enfadado/a), y quieres bajar las revoluciones, respirar despacio suele ayudar. Prueba a dejar caer los brazos y observar tu respiración. Al soltar el aire, imagina como si expulsaras parte de la tensión emocional a través del aire que espiras y de los brazos.
- Re-evalúa la situación. Párate y observa la situación como si fueras un observador que estuviese viendo lo que está pasando desde fuera. Analiza la situación para ser capaz de describirla con mayor claridad y de forma concisa, siendo lo más imparcial posible.
- Genera alternativas. Después, intenta pensar de forma constructiva. Busca soluciones o distintas alternativas para poder negociar más cómodamente durante la comunicación del problema o necesidad.
- Reconoce las falsas alarmas. En muchas ocasiones, después de seguir los pasos anteriores caemos en la conclusión que el sistema emocional se ha activado de forma apresurada o exagerada, generando falsas alarmas emocionales. Esto es más fácil detectarlo después de etiquetar las emociones, entender su mensaje y analizar la situación. En cualquier caso, podemos terminar hablando con algún amigo/a (o con un psicoterapeuta) y/o dejarlo pasar y buscar alguna actividad que nos haga sentir bien.
Teresa Boemo
Personal Docente Investigador de la Universidad Complutense de Madrid
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Referencias:
Linehan, M. M. (1993). Skills training manual for treating borderline personality disorder. Guilford press.